Dios quiere que entendamos que, en Cristo, su reino se ha acercado a la tierra.
Dios quiere que entendamos que, en Cristo, su reino se ha acercado a la tierra.
Dios quiere que entendamos que el arrepentimiento es la marca de la salvación—somos tesoro especial de Dios.
Dios quiere que veamos que Él es el verdadero Rey del mundo y que sus ciudadanos le pertenecen solo a Él.
Dios quiere que entendamos que ser parte del reino de Dios es causa de suprema alegría.
Dios quiere que observemos su control soberano en la salvación de sus ciudadanos.
Dios quiere que agradezcas que el Rey finalmente llegó a la tierra para instalar su reino en la tierra.
Dios quiere que veamos su implacable deseo por salvarnos y ser nuestro Rey.
Dios quiere que veamos que Jesús tiene absoluta y suprema autoridad en los cielos y en la tierra.
Dios quiere que recordemos que somos hijos de Dios, y que por lo tanto nuestra manera de vivir debe reflejar a nuestro Redentor mientras esperamos su regreso.
Dios quiere que veamos que la salvación soberana en Cristo nos ha dado una nueva ciudadanía.