El mundo en el que vivimos está plagado de propaganda y pensamientos humanistas, que tratan de colocar al hombre por encima de Dios. Frases como “sigue tus sueños”, “vive para ti” o “confía en ti mismo sin importar lo que los demás piensen”, forman parte del pensamiento común, por lo que es muy probable que estas ideas estén en tu corazón y que aún no te has dado cuenta del pecado que está detrás de la mayoría de estos pensamientos. El pecado llamado orgullo.